Tras varios años de trabajos se han completado las operaciones de actualización del sistema hidráulico del campo del Real Golf de Pedreña coordinados por Target Ingenieros.
“Todo el proceso comienza en el año 2008 con la renovación de la capa sustrato original de los greens por una que se adaptara a las características de manejo actuales y a las variedades de césped más avanzadas. Evidentemente, esta actuación obligaba al rediseño del sistema de riego de los greens para adaptarse a las nuevas condiciones de cultivo y es ahí, viendo el estado del sistema, cuando se evidencia la necesidad de desarrollar una Auditoría – Plan Director Plurianual para su actualización y modernización”, indica Gonzalo Millán, director de Target Ingenieros.
En ese momento se redacta un Plan Director de actuaciones a medio plazo para el sistema de riego y que se iría implementando al ritmo de la capacidad presupuestaria de los diferentes ejercicios.
“Se suele pensar que en la cornisa cantábrica no es necesario el riego. Sin embargo, si se quiere ser un referente de calidad es necesario un sistema de riego tan avanzado como pudiera serlo uno en el centro o en el sur peninsular, con la particularidad que las necesidades diarias de riego no son tan elevadas y que las aportaciones por riego generalmente se concentran en dos o tres meses estivales con ciclos de apoyo para tratamientos puntuales (aireaciones, resiembras, fertilizaciones, etc.)”, señala Daniel Rodríguez, head greenkeeper del Real Golf de Pedreña.
En Pedreña las precipitaciones medias alcanzan valores superiores a los mil cien milímetros (1.100 mm) anuales, de los que menos de un 10 % ocurren durante los tres meses de máximo consumo. Esta estacionalidad obligaba a crear un sistema de recuperación – almacenamiento suficiente para aprovechar el excedente de aguas durante los meses lluviosos y acumular dichos volúmenes como reserva hídrica para la temporada de riego.
La captación del agua de riego y los equipos de impulsión se encontraban situados en el punto más bajo de la finca siendo contaminados recurrentemente por intrusión de aguas marinas durante los episodios de pleamar y mareas vivas, lo que generaba unas elevadas concentraciones de sales en el sistema que hacía inservible el agua para un cultivo adecuado del césped. Además, durante la redacción de los documentos se comprobó que el espaciamiento de los aspersores y la automatización eran totalmente inadecuados.
A partir de este punto en el Plan Director se trabaja sobre tres ejes fundamentales: recuperación, almacenamiento y uniformidad en la distribución del agua.
Tras un estudio de alternativas para la ubicación de la nueva balsa de riego y considerando tanto factores ambientales como paisajísticos, así como afectación al juego, integración a la red general de riego actual, maximización del volumen almacenado, reducción de la demanda energética y aislamiento frente a contaminación marina, se determina que la mejor localización se encuentra en una zona alta en donde se encontraban parte de los hoyos ocho y nueve del campo nuevo y en donde es posible alcanzar un volumen aproximado de veinte mil metros cúbicos (20.000 m3) con una nueva sala de bombeo sencilla y funcional.
En los estudios hidrológicos realizados se detectó la cuenca de mayor aportación de agua y se calculó el volumen de escorrentía superficial, cuantificada en veinticinco mil metros cúbicos al año (25.000 m3/año), además de la integración de toda la red de drenaje ejecutada durante estos años.
Para su recuperación y evitar la salinización de este agua, se ejecuta un complejo sistema de impulsión y almacenaje temporal aprovechando el pequeño lago existente en el hoyo dos y cuya complejidad residía en su aislamiento frente a las corrientes marinas, la reducción de las subpresiones que ocasionaban las mismas sobre la pantalla de impermeabilización, además de naturalizar el antiguo lago e integrarlo paisajísticamente en el entorno de juego.
Para la mejora en el reparto del agua de riego, durante todos estos años se ha establecido un programa plurianual de modificación de los espaciamientos entre los aspersores del campo antiguo y redistribuyendo las estaciones de riego en sectores homogéneos, lo que ha mejorado el rendimiento del sistema y la uniformidad en la distribución del agua.
Con la finalización de la balsa de almacenaje se cierra un ciclo de actuaciones que comenzó en el año 2008 con el documento de Auditoría y Plan Director y que no sólo asegura el suministro de agua para los próximos años sino que las mejoras en la calidad de las aguas de riego y en la eficacia del mismo hacen que hoy en día las instalaciones de juego de este club histórico alcancen un nivel de mantenimiento situado entre los mejores de nuestro país.
“La búsqueda y el compromiso de calidad por parte de la Junta Directiva del Real Golf de Pedreña ha sido encomiable durante todos estos años y, gracias a la profesionalización del área de gestión con Agustín García a la cabeza y de la de mantenimiento con Juanma López-Bellido antes y Daniel Rodríguez ahora, hacen que el estado de las instalaciones sea irreconocible para cualquiera que conociera el club hace diez años», señala Gonzalo Millán.
«Esta política de mejoras no acaba aquí. En estos momentos se está trabajando en la reforma del recorrido de los nueve hoyos nuevos que se han visto afectados parcialmente con la ejecución de la nueva balsa», finaliza Agustín García, gerente del Real Golf de Pedreña.