Tipologías
Con una superficie mínima de 5 ha. se trata de instalaciones destinadas al aprendizaje y la enseñanza, en donde los jugadores novatos e infantiles puedan dar sus primeros pasos en el deporte sin las frustraciones propias de los largos recorridos y de los tiempos de juego interminables.
En aquellos clubes de golf existentes constituyen un espacio imprescindible para potenciar las categorías inferiores, sin afectar el ritmo de juego del campo de largo recorrido y ofertando una instalación que apenas representará un sobrecoste en las tareas de mantenimiento añadido.
En nuevos desarrollos, este tipo de instalación representa una gran solución como jardines especiales en urbanizaciones a las que revalorizan, constituye una oferta añadida a zonas comerciales y en muchos de los casos sirven como restaurador y dinamizador de espacios degradados.
Debido a sus menores dimensiones y al perfil de cliente al que van enfocados, deben de ser instalaciones estéticamente muy cuidadas, ya que no dejará de ser como una zona verde o un jardín extenso, y deben de ser lo suficientemente sencillas para facilitar el juego ágil a jugadores noveles y atractivas para el perfeccionamiento del juego corto al resto de usuarios.
Los campos de golf de 9 hoyos han venido teniendo mucha aceptación por diferentes motivos, rapidez en el juego, menores necesidades de superficie, menores costes de mantenimiento y en muchos de los casos se han desarrollado como una primera fase de un futuro campo de 18 hoyos.
El riesgo económico es menor y es un producto muy atractivo para aquellas zonas en las que el deporte del golf no se encuentra aún muy desarrollado, siendo un instrumento de captación de nuevos aficionados indiscutible y necesario.
En otros casos se han ejecutado como complemento de promociones urbanísticas de pequeño tamaño, pero destinadas a clientes de alto poder adquisitivo, considerando esta infraestructura como zona de esparcimiento y nexo integrador de la comunidad vecinal en la que se encuentra. En algunas ocasiones este tipo de campos permiten el aprovechamiento de superficies abandonadas medioambientalmente y que la actividad urbanística no puede dar solución por cuestiones técnicas o administrativas.
La superficie mínima para este tipo de proyecto será de 20 Has
En estos casi 30 años de actividad hemos tenido la oportunidad de participar en múltiples proyectos que en algunos de los casos se han llevado a cabo y en otros muchos no se han realizado, pero todos ellos han requerido de horas de estudio y de esfuerzo y nos han proporcionado la más amplia experiencia en proyectar en cualquier ubicación geográfica, climatología, topografía, condición edáfica y medioambiental para todo tipo de clientes, públicos y privados con realizaciones de prestigio en ámbitos muy diferentes.
Hemos diseñado, proyectado y construido campos de golf de 18 hoyos en fincas que van desde las 45 Has hasta las 80 Has, adaptando la solución propuesta a los objetivos, presupuestos y necesidades de nuestros clientes, acompañando al Promotor desde la gestación inicial del proyecto hasta la gestión final de la instalación.
El Campo de Prácticas tiene que ser la base de la Escuela de Golf, donde los jugadores comienzan a iniciarse en la práctica del golf. Una vez que se ha producido un periodo de iniciación, el jugador tiene la necesidad de desarrollar los golpes aprendidos en el campo de prácticas al terreno de juego. Por ello, es siempre conveniente añadir al Campo de Prácticas otra instalación, ya sea un Pitch & Putt, un campo de 9 hoyos Pares 3 o un Campo de Golf de 9 hoyos par 36.
En función del espacio disponible y de las necesidades de los futuros usuarios, a la Escuela de Golf se le pueden añadir otras instalaciones deportivas como piscinas, pádel, tenis, etc.
El tamaño mínimo de esta instalación conjunta es de 8 Has.
Como superficie para practicar el golpe de putt, hemos realizado el diseño de campos de golf en una superficie que va desde los 500 m2 hasta los 1.500 m2, ideales como complemento a las escuelas de golf, también se encuentran enfocadas para viviendas unifamiliares, parques públicos y urbanizaciones de pequeño tamaño.
En estos últimos casos, se plantean en césped artificial, ya que se evitan los problemas añadidos de adquisición y manejo de maquinaria específica y la dificultad que entraña el mantenimiento de un Green.